Ayer celebramos el 48º cumpleaños de la elefanta Petita de una forma muy diferente a la de otros años, ya que debido a la “nueva normalidad” no se ha podido organizar el tradicional lanzamiento de colores del Festival Holi, que cada año se lleva a cabo como homenaje a esta elefanta asiática.

En esta ocasión, los cuidadores le dedicaron una serie de atenciones especiales como una sesión de manicura y ducha matutina mientras se le suministraba el enriquecimiento diario. Como fin de fiesta, ambas elefantas recibieron un enorme postre elaborado con más de 20 kilos de fruta y verdura a modo de tarta, para conmemorar la ocasión y que no dudaron en degustar rápidamente. Tanto Petita como Kaiso exteriorizaron su felicidad ante tantas atenciones con ruidosos barritos.

Después, como cada día de verano, disfrutaron de su baño en la charca situada en la pradera exterior, frente al templo de los elefantes. Se trata de una de sus actividades favoritas que además es esencial para regular su temperatura en las horas más calurosas del día. También les ayuda a socializar y mantener los lazos fraternales, vínculos afectivos y colaborativos que ya de por sí caracterizan a estás dos grandes amigas.

La elefanta Petita tuvo que hacer frente hace años al distanciamiento por parte de su manada, debido a que no cumplía con los cánones de belleza establecidos por su especie. Al llegar al parque esta hembra presentaba una delgadez en comparación con el resto de hembras. Para el grupo de elefantes que habitaba en Terra Natura Benidorm, Petita era poco atractiva, lo que generó una situación de rechazo por parte de los paquidermos, hasta que fue cogiendo peso y gracias a su inseparable amiga Kaiso fue superando ese rechazo y finalmente recuperó el status que le correspondía dentro de la manada.