Celebramos la llegada por primera vez de un perezoso a nuestras instalaciones

hace 3 años

Logramos incorporar por primera vez en nuestras instalaciones a un perezoso (Choloepus didactylus) con el fin de ampliar e incrementar la biodiversidad.  La llegada de este ejemplar no ha sido sencilla, ya que hemos tenido que aguardar una lista de espera de 10 años hasta poder recibir un ejemplar de esta especie, cuyo traslado se ha realizado a través del Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP).

Pere, así le han puesto los cuidadores del parque, es un macho joven de dos años de edad que pesa un poco más de ocho kilos y mide unos 70 centímetros desde la cabeza hasta su cola. El proceso de adaptación de Pere ha sido lento, ya que nada más llegar a Terra Natura Benidorm hace casi dos meses tuvo que permanecer en la zona de cuarentena durante casi 30 días. Después de trascurrir esta primera fase, fue trasladado a un cobijo interior, situado en la zona del aviario de América.

En este cobijo pasó varias semanas para familiarizarse y adaptarse a su nuevo entorno hasta reconocerlo como su nuevo refugio. Una vez superada esta fase, se le dio acceso a la instalación exterior del aviario. En estos momentos, Pere se muestra confiado y permanece todo el rato en el aviario, desplazándose entre las copas de los árboles. Dispone de más de 4.000 metros cuadrados exteriores y de una instalación interior con calefacción y acondicionada para satisfacer sus necesidades ambientales de 30 metros cuadrados.

Al llegar a Terra Natura Benidorm, desde un zoológico de Granada, le practicamos al  perezoso un chequeo visual y un análisis coprológico para confirmar su perfecto estado de salud. El estado general de conservación de esta especie es bueno a nivel mundial, ya que cuenta con una amplia distribución en varias áreas protegidas y una gran población de individuos, y además no suele ser objeto de la caza furtiva, por lo que no está especialmente amenazada.

La vida boca abajo

El perezoso pasa la mayor parte del tiempo colgado boca abajo, por lo que su pelaje se separa en medio de su abdomen. Se trata de la especie de perezoso más grande que existe actualmente. Sus extremidades, tanto anteriores como posteriores, comparten casi la misma longitud. Sus miembros delanteros poseen grandes garras curvas para asirse mejor a los árboles.

A pesar de que su color natural suele ser marrón, en ocasiones, puede encontrarse ejemplares con un pelaje de color verdoso debido a las algas que se forman en su pelo. De hábitos nocturnos, esta especie se caracteriza por ser solitaria y pasar la mayor parte del tiempo en el dosel de la cubierta arbórea del bosque, de donde solo desciende al suelo para defecar cada tres o cinco días.

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