Una de las pitones (Python molurus bivittatus) que habita en Terra Natura Benidorm ha puesto 30 huevos. Los cuidadores estiman que eclosionarán a principios del próximo mes de julio. Se trata de una especie que actualmente se encuentra en estado de conservación vulnerable, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), y que aparece recogida en el anexo II de CITES.

La hembra de casi tres metros de largo y 20 kilos de peso ha vuelto a poner huevos, un hecho que demuestra que estos ejemplares disponen de unos niveles de bienestar óptimos y adecuados, lo que favorece su reproducción. De hecho, el cortejo en los reptiles resulta un comportamiento complejo, por lo que conseguir que pongan huevos y tengan crías supone un indicador efectivo para determinar su estado de salud.

Una vez que la hembra y el macho consolidan su pareja es más fácil que se reproduzcan, siempre que cuenten con unos adecuados niveles de bienestar. Sin embargo, no es que permanezcan como pareja de forma indefinida en el tiempo, sino que se juntan para el momento del cortejo y el posterior apareamiento cuando la hembra entra en el periodo de celo.

Para tratar de asegurar el nacimiento de las crías, esta madre que habita en Terra Natura Benidorm, desde el año 2014, permanecerá enrollada sin moverse durante los dos meses que puede durar el periodo de gestación para incubar los huevos y ofrecer así la protección que necesitan frente a un supuesto enemigo.
Además de proteger sus huevos con el cuerpo, la hembra también se encarga de friccionar su musculatura con unos suaves movimientos de cuerpo cada cierto tiempo con el fin de mantener su temperatura en los valores adecuados, llegando incluso a elevarla entre cinco y 10 grados. Las pitones son capaces de modificar el sexo de sus crías variando la temperatura durante el periodo de incubación.