Logramos la reproducción de una especie vulnerable con el nacimiento de 11 barasingas
hace 5 añosEn Terra Natura Benidorm hemos conseguido la reproducción de una especie que se encuentra en estado vulnerable de conservación con el nacimiento de 11 barasingas (Rucervus duvaucelii), desde el mes de enero hasta ahora. Los últimos nacimientos de la especie se han producido esta semana con la llegada de tres nuevas crías de esta especie cuya población está amenazada según la UICN.
Hemos acogido el nacimiento de Fuegote, Flama y Luna durante estos últimos días. Con estas crías se avanza en la conservación de esta especie que se ve afectada por la conversión de grandes extensiones de pastizales en tierras de cultivo y la caza. En la actualidad, existen subespecies que están en peligro como el barasinga central (C. d. branderi) y el barasinga sureño (C. d. ranjitsinhi).
Las medidas de enriquecimiento ambiental y los niveles de bienestar de los animales de Terra Natura Benidorm han permitido la reproducción de esta especie desde 2005. En esta ocasión, se ha registrado un importante número de nacimientos de estos animales en 2019 y los cuidadores están pendientes de que se produzcan dos nacimientos más en las próximas semanas.
Los cuidadores han tenido que alimentar a Fuegote, Flama y Luna con biberones para garantizar su supervivencia, ya que han sido rechazadas por su madre. Cuando pase un tiempo serán reintroducidas con su manada. El grupo de la especie cuenta en total con 26 individuos, de los que 13 son machos, que se ubican en distintas praderas de la zona de Asia del parque.
Estos ejemplares al nacer pesan entre cuatro y cinco kilos, y tienen un pelaje de color marrón y anaranjado que posee unas características motas blancas, mecanismo que les sirve como camuflaje para esconderse de sus depredadores. El nombre de barasinga hace referencia a las puntas que tienen en sus astas los machos, que en algunos casos pueden llegar hasta las 20 puntas.
Estos cérvidos utilizan llamadas de alarma para comunicarse entre ellos mientras mantienen el cuello erecto y levantan sus orejas, enfrentándose en caso de que sea necesario a la posible amenaza de un depredador. La reacción de alarma persiste hasta que el grupo se siente fuera de peligro.