Nacen tres chitales en Terra Natura Benidorm

hace 3 años

En Terra Natura Benidorm hemos acogido el nacimiento de tres crías de chital (Axis axis) en nuestras praderas, dos machos y una hembra según ha podido confirmar nuestro equipo veterinario después de realizar un examen veterinario a las pequeñas crías. Con estos últimos nacimientos, el grupo de esta especie supera los más de 30 ejemplares.

Al nacer las crías han pesado unos 2,5 kilos aproximadamente y han medido cerca de 30 centímetros. Las poblaciones de chitales en estado salvaje se encuentran en buen estado de conservación. Al nacer, las madres acostumbran a dejar a las crías en zonas de la pradera para que estén tranquilas y escondidas, mientras se mantienen en estado vigilante. De manera constante, se acercan a las crías para darles de mamar y alimentarlas.

Estas crías, que han nacido con una semana de diferencia, cuando transcurren unos días y cogen más fuerza, comienzan a seguir a sus madres por la pradera, mamando a demanda, e inician su integración en el rebaño general. La revisión realizada a las crías ha consistido en comprobar el estado del ombligo para ver si había cicatrizado bien y se ha llevado a cabo una desparasitación de los ejemplares. Asimismo, se les ha inyectado un complejo vitamínico y se ha identificado a las crías con un crotal, según establece la Administración.

A diferencia del ciervo europeo, que se reproduce en otoño, en el caso de los chitales su celo no se define estacionalmente, ya que se reproduce a lo largo de todo el año. Esta característica reproductiva es beneficiosa a la hora de mantener los niveles de población. Sin embargo, en regiones muy frías se producen partos en invierno en los que los recién nacidos soportan condiciones extremas, lo que les permite desarrollar una resistencia excepcional a estos climas.

El pelaje de color parduzco moteado que poseen los chitales les sirve para ocultarse cuando se adentran en la espesura vegetal. Este camuflaje, similar a los lunares, se asemeja a la sombra que proyectaría el sol al colarse entre las hojas de los árboles, lo que provoca que el animal pase desapercibido.

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