Recibimos un chajá procedente de Francia para enriquecer la biodiversidad del aviario
hace 8 mesesDesde Terra Natura Benidorm hemos recibido un nuevo ejemplar de chajá (Chauna torquata), procedente del zoológico de Beauval en Francia. Su llegada tiene como objetivo aumentar la biodiversidad de nuestro aviario y establecer un grupo reproductor de esta especie, que actualmente se encuentra protegida. Se trata de una especie sensible respecto a su estado de conservación, aunque está catalogada como de preocupación menor, ya que sus poblaciones se han recuperado durante los últimos años.
Con la incorporación de este macho también se pretende constituir un grupo reproductor y favorecer que los ejemplares de esta especie realicen sus funciones sociales de manera completa, incluyendo así fases como el cortejo y la reproducción para un desarrollo psicofísico sano y natural. Este macho se une al grupo formado por dos hembras, de las cuales una llegó en 2003 y la otra nació en Terra Natura Benidorm en 2010.
El macho de chajá tiene un año de edad y pesa 3,5 kilogramos, además tiene una altura de 70 centímetros. Al llegar al parque este ave fue ubicada inicialmente en un habitáculo dentro del aviario durante cuatro días para que estableciera contacto visual, pero no físico, con el resto de aves y sus congéneres. Durante este periodo de adaptación, se le acercaron los otros ejemplares de su especie con los que comenzó a interactuar a distancia, mostrando un comportamiento social normal.
En estos momentos, el macho de chajá ya recorre libremente el aviario y continua familiarizándose con el entorno y con el resto de especies que habitan en este gran espacio, en el que conviven 125 ejemplares de 23 especies diferentes. Los chajás son parientes lejanos de las aves acuáticas, aunque su aspecto se asemeja más a las grullas y los pavos, con los que están emparentados. La morfología de esta especie es el resultado de una convergencia evolutiva con algunas especies de aves terrestres con las que comparten hábitos.
En la parte anterior de cada ala poseen un espolón para defenderse a sí mismos y a sus polluelos, aunque estos suelen permanecer inmóviles para pasar inadvertidos. Los padres emiten un grito de alarma para alertar a las crías y que puedan escapar cuando detectan la presencia de un depredador.
El cuerpo del chajá es similar al de un pavo con cresta. Su pico es pequeño y afilado, de color gris claro y cuenta con una especie de collar en la parte del cuello. Las patas son robustas y largas de color rosado, y la parte de alrededor de los ojos es de tono rojizo. Suele vivir en pareja y en ocasiones en grupos de alrededor de cien individuos.
Se trata de un ave herbívora, que se alimenta preferentemente de brotes verdes y plantas blandas. De hecho, se alimentan de vegetales vadeando las aguas someras y son capaces de crear nidos con juncos, formando grandes plataformas en las que ponen hasta seis huevos. Estos pájaros pueden planear a gran altura y es habitual verlos en zonas próximas a lagunas y estanques. La especie habita en la Patagonia de Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y Bolivia.