El bosque tropical centroamericano alberga un enorme aviario entre las ruinas de un antiguo templo maya. Es un placer para los sentidos descubrir a las chachalacas, tucanes, oropéndolas, aratingas o a los guacamayos observándote entre los árboles.
El sendero de los monos capuchinos, ocelotes, pecaríes y capibaras te lleva hasta los jaguares, el más fascinante de los depredadores. En la granja habitan llamas, cabras y otros animales en perfecta armonía con nuestros visitantes.